GIL AMARILLA RECIBIÓ UNA MUNICIPALIDAD EN CRISIS Y LA TRANSFORMÓ EN UN EJEMPLO DE GESTIÓN.
GIL AMARILLA RECIBIÓ UNA MUNICIPALIDAD EN CRISIS Y LA TRANSFORMÓ EN UN EJEMPLO DE GESTIÓN.
Obligado, Itapúa.
A pocos meses de culminar su segundo mandato como intendente del distrito de Obligado, Gil Amarilla deja tras de sí un legado de gestión que inició en medio del colapso financiero y que hoy se traduce en estabilidad económica, obras públicas y servicios dignificados para la ciudadanía.
Cuando Amarilla asumió la administración municipal, recibió una comuna al borde del colapso: una deuda que ascendía a 3.740 millones de guaraníes, apenas 1.725.000 guaraníes en caja, sueldos atrasados de hasta cinco meses —incluidos los aguinaldos— para funcionarios municipales, personales del Centro de Salud y hasta los propios concejales. La situación, a escasos días de la Navidad, era crítica.
“No teníamos ni para cubrir la energía eléctrica, pero hoy podemos decir con orgullo que no debemos absolutamente a nadie”, afirmó el intendente. “Gracias a los contribuyentes que confían en nuestra gestión y pagan sus impuestos, pudimos honrar cada compromiso”.
La gestión de Amarilla no se limitó al orden financiero. Desde su primer periodo se propuso transformar la infraestructura del distrito. Uno de los principales logros fue la mejora de los caminos rurales y urbanos. Gracias a intervenciones sostenidas, se logró garantizar una conectividad vial eficiente incluso en días de lluvia, eliminando el aislamiento que durante años afectó a los vecinos de las zonas más alejadas.
En el área de salud, también se registraron avances significativos. El Centro de Salud y los puestos de atención primaria fueron renovados, dotándolos de infraestructura moderna que elevó la calidad del servicio a los ciudadanos.
La educación fue otro de los pilares centrales de su gobierno. Bajo su administración se construyeron varios polideportivos, y se fortaleció el transporte escolar mediante la adquisición de dos minibuses y un ómnibus universitario, que diariamente trasladan a jóvenes hasta la ciudad de Encarnación.
Amarilla se despide de la intendencia con decenas de obras en ejecución y una administración saneada. Su gestión será recordada por haber revertido una situación crítica, apostando por una política de compromiso, transparencia y cercanía con la ciudadanía.
