PELEA POR PASAJEROS A MACHETAZOS EN CRUCE OBLIGADO

PELEA POR PASAJEROS A MACHETAZOS EN CRUCE OBLIGADO.

Obligado, Itapúa. Un hecho violento e insólito se registró en la mañana de este sábado, aproximadamente a las 07:38 horas, sobre la Ruta Sexta, en la zona del semáforo de Cruce Obligado. Dos conductores de ómnibus de transporte público protagonizaron una violenta disputa que incluyó amenazas, agresión física y hasta el uso de un machete en plena vía pública.El conflicto se dio entre dos unidades pertenecientes a diferentes empresas de transporte. Uno de los vehículos, de la empresa Itapúa Poty, era conducido por Daniel Ramón Ramírez, paraguayo de 41 años, quien realiza diariamente el itinerario Bella Vista Sur – Encarnación. El otro, supuestamente implicado en el hecho, corresponde a la empresa Pastoreo y sería conducido por un hombre identificado como Roberto Brunaga, quien sería «el chófer machetero”.Según el relato de Ramírez a las autoridades, él se encontraba detenido en el semáforo de Cruce Obligado cuando fue interceptado por el colectivo de la empresa Pastoreo. El otro chofer, portando un machete, subió de manera violenta a su unidad, lo agredió físicamente con un golpe por la espalda, le arrebató su teléfono celular y lo amenazó gravemente, exigiéndole que devolviera a los pasajeros “que le había quitado”.Ante el temor por su vida y bajo amenazas, Ramírez pidió a los ocho pasajeros que lo acompañaban que descendieran del vehículo y les devolvió el dinero del pasaje. Los pasajeros, visiblemente confundidos y alarmados por la inusual situación, descendieron del ómnibus, momento en el cual el conductor agresor les instó a subir a su propia unidad.El hecho fue grabado por una transeúnte que pasaba por el lugar, permitiendo así que las impactantes imágenes del bochornoso episodio quedaran registradas. Posteriormente, la víctima realizó la denuncia formal en la comisaría jurisdiccional, y se espera que las autoridades tomen medidas pertinentes ante la gravedad del caso.Este lamentable suceso pone nuevamente sobre la mesa la urgente necesidad de controles más estrictos en el sistema de transporte público, especialmente en lo que respecta al comportamiento y la competencia desleal entre empresas, que en este caso, derivó en un acto de extrema violencia.