EL FINAL DE “JIHADI JOHN”: EL VERDUGO DE ISIS ABATIDO MIENTRAS SOSTENÍA UN KEBAB.

Mohammed Emwazi, conocido mundialmente como Jihadi John, el sanguinario verdugo del Estado Islámico (ISIS), fue abatido en noviembre de 2015 en Raqqa, Siria, durante un ataque con drones británicos y estadounidenses. Ocho años después, servicios de inteligencia del Reino Unido revelaron detalles inéditos sobre la operación: el terrorista murió mientras sostenía un kebab, un dato que humaniza, pero a la vez evidencia la precisión con que fue planificado el operativo.

La operación fue el resultado de seis semanas de vigilancia del MI6 y el GCHQ. Los agentes descubrieron que Emwazi acostumbraba detenerse en una tienda de kebabs cercana a una mezquita. Allí, permanecía apenas unos minutos antes de retirarse en un todoterreno. Ese patrón fue clave para montar la emboscada.

El día de la acción, operadores de drones esperaron pacientemente a que un niño que acompañaba al terrorista se alejara a jugar al fútbol. El ataque estuvo a punto de cancelarse cuando el menor intentó regresar, pero otros vehículos lo bloquearon, evitando víctimas colaterales. Segundos después, un misil Hellfire impactó de lleno en el vehículo. “Emwazi fue evaporado, kebab en mano”, relató uno de los responsables de la misión al Daily Mail.

De estudiante aplicado a verdugo del ISIS

Nacido en Kuwait y criado en Londres desde los seis años, Emwazi fue descrito en su infancia como un joven tímido y aplicado, aunque víctima de acoso escolar. Estudió informática y gestión empresarial en la Universidad de Westminster, institución que años más tarde fue señalada por la presencia de círculos islamistas radicales.

Tras un viaje fallido a Tanzania en 2009 y posteriores interrogatorios del MI5, Emwazi radicalizó sus posturas y terminó uniéndose al ISIS en Siria. Allí integró el grupo conocido como “Los Beatles”, llamado así por su acento británico, implicado en la ejecución de al menos 29 rehenes. Entre las víctimas estuvieron los periodistas James Foley y Steven Sotloff, así como los cooperantes David Haines y Peter Kassig.

Su voz y su marcado acento londinense fueron determinantes para que los servicios de inteligencia británicos confirmaran su identidad.

Cómplices bajo la lupa

Tras la muerte de Emwazi, la atención se centró en sus cómplices. El Shafee Elsheikh, apodado “Jihadi Ringo”, fue condenado en Estados Unidos a ocho cadenas perpetuas. Actualmente solicitó cumplir condena en el Reino Unido, lo que generó indignación entre familiares de las víctimas.

Bethany Haines, hija del cooperante asesinado David Haines, calificó la petición de Elsheikh como “una afrenta a la memoria de los rehenes”, temiendo que otros como Alexanda Kotey —también condenado a perpetua en EE. UU.— busquen el mismo beneficio penitenciario.

Una operación sin margen de error

El seguimiento a Jihadi John combinó vigilancia electrónica, inteligencia humana y una paciencia quirúrgica. El mayor desafío fue que el terrorista solía rodearse de civiles para evitar ataques. La precisión en la ejecución evitó muertes inocentes y puso fin a la carrera del verdugo más temido del ISIS.

La revelación de estos nuevos detalles no solo reconstruye el final de uno de los rostros más sanguinarios del terrorismo internacional, sino que reabre el debate sobre la repatriación y el destino judicial de los yihadistas británicos detenidos en el extranjero.

También te podría gustar...