INDIGNANTE DESCARGO: UNA CIUDADANA CULPA AL SISTEMA DE SALUD POR LA MUERTE DE SU PAREJA

Encarnación volvió a estremecerse con el descargo desgarrador de Luciana Montenegro vía redes sociales, quien perdió a su pareja, Juan Manuel Ayala, en circunstancias que hoy denuncia como un abandono absoluto del sistema de salud. Su relato no solo expone dolor, sino también una profunda acusación contra la precariedad que, afirma, terminó costándole la vida al joven.

“Hablo desde la rabia, desde la impotencia y desde el dolor”, comienza su testimonio. Un dolor que según relata nace de ver cómo la vida de Juan Manuel “terminó demasiado rápido” mientras, asegura, nadie hizo nada para evitarlo.

La mujer apunta directamente al Hospital del Sur, un centro que describe como “imponente por fuera”, pero vacío de lo esencial: personal médico.

“Un hospital enorme, pero sin un solo médico para atender a un paciente agonizando”, denuncia con indignación.

Según su relato, en plena noche les dijeron que no había especialistas disponibles y que debían trasladarlo al INCAN, a horas de distancia, mientras la salud de Ayala se deterioraba.

“¿Cómo pretenden que alguien en esa situación sobreviva a un viaje así?”, cuestionó, señalando que incluso el médico que consultaron los derivó de urgencia y luego “los abandonó a su suerte”.

Las respuestas que recibían según cuenta eran siempre las mismas:

“De noche no hay doctores. Domingo no hay doctores. Lunes feriado tampoco.”

Un recordatorio cruel, afirma, de que “ya no podés enfermarte de noche, fines de semana ni feriados”.

Luciana asegura que su pareja agonizó dos horas y media sin atención básica.

“Nadie lo vio. Nadie lo conectó a un monitor. Nadie movió un dedo. Solo cambiaron una bata”, relata.

Desesperados, tuvieron que “suplicar favores” para conseguir una tomografía, que también tardó. Cada insumo cuenta llegaba como si fuera un lujo: una bata, un monitor, una sonda, un antibiótico… e incluso un respirador manual que apareció nueve horas después.

Para Luciana, no queda duda: Juan Manuel debió ingresar a terapia intensiva desde el primer momento, pero nunca ocurrió.