MARÍA GÓMEZ, LA VENDEDORA QUE IMPUSO UN NUEVO ESTÁNDAR EN EL SEMÁFORO DE LA AVENIDA CABALLERO DE ENCARNACIÓN

En la avenida Caballero de Encarnación, a pocos metros de la rotonda Boquerón, el tránsito se detiene a diario pero no solo por la luz roja sino por la presencia de una mujer que convirtió su trabajo en referencia de profesionalismo.

María Gómez, vendedora de sándwiches, se gana la atención de conductores y peatones desde las primeras horas del día. Su caso comenzó a viralizarse no por un hecho extraordinario, sino por algo que muchos consideran igual de valioso: su imagen personal y el respeto con el que representa su oficio.

Delantal limpio, gorra de chef bien colocada y una presentación que transmite orden y cuidado. No es la típica escena que se ve en los semáforos de la ciudad. María no solo vende un producto: vende buena impresión. Y eso marcó la diferencia.

Lo que más destacan los clientes

Quienes le compran coinciden en lo mismo:

Siempre está impecable desde temprano, pese al calor y el ritmo de la avenida.

No improvisa su imagen, la cuida como parte de su trabajo.

Se mueve con seguridad, sin apuros ni desorden.

Genera confianza inmediata, incluso en los segundos que dura el semáforo.

Esa mezcla de buena presencia y actitud firme fue resaltada también por una clienta, cuyo mensaje en redes sociales encendió cientos de compartidos y comentarios de admiración:

“Llevaba un delantal limpio, gorra de chef y una presencia que imponía respeto. Se notaba que no solo estaba trabajando, estaba tomando en serio lo que hacía…”

El texto resume el sentimiento que despertó en muchos: admiración por alguien que no deja que el entorno determine cómo trabaja, sino que prioriza cómo quiere ser vista y recordada.

Éxitos kuña guapa👏🏻

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